Las terceras molares, o también conocidas como cordales, son cuatro, dos en la maxila y dos en la mandíbula,
y se ubican en la ultima posición de la dentadura, siendo una derecha y otra
izquierda respectivamente.Las muelas
del juicio son dientes vestigiales que los homínidos usaban para ayudarse a
masticar el tejido vegetal, los cuales antes tenían mandíbulas más largas
con más espacio para las cordales, que ayudarían a masticar, compensando la
incapacidad de digerir la celulosa, Según fue cambiando la dieta humana, se
desarrollaron mandíbulas más cortas, aunque siguen apareciendo terceros
molares, su presencia en boca se ha asociado por muchos años a apiñamiento
dental, dolor y cirugía para su extracción. Pero realmente no es así en todos
los casos, muchas veces logran
erupcionar correctamente, y se mantienen asintomáticos y participan en conjunto
con los demás dientes en las diferentes funciones normales
de masticación.
En
algunas personas, por razones genéticas el tercer molar no se forma, y por lo
tanto nunca erupcionará. Esto puede ocurrir en cualquiera de las cuatro
cordales, en otros casos, debido a procesos evolutivos del ser humano o a
diferencias en el tamaño entre los
huesos maxilares y el tamaño de los
dientes, estos órganos dentales no lograr erupcionar completamente, pues el
espacio que tienen para salir a la cavidad oral es muy reducido, quedando
atrapados y provocando una serie de problemas.
complicaciones
Al presentar una posición incorrecta, se pueden acumular restos de
alimentos y placa bacteriana lo cual puede provocar caries dental y enfermedad
periodontal. Como es la ultima muela, la persona no podrá percatarse de esto
y lo notará tardíamente, cuanto ya
presente síntomas de mal aliento, dolor o incluso fractura dental. Además, la
caries al ser una enfermedad contagiosa, podrá contagiar a los dientes vecinos,
provocándoles daños severos, Otro padecimiento es la Pericoronitis, la cual es un proceso
infeccioso que se presenta al inflamarse la zona donde esta erupcionando el
diente. Provoca mucho dolor, y la
infección puede evolucionar hasta la formación de un absceso, que podría
extenderse a la mejilla y cuello ,
limitando la apertura de la boca.
El
tejido que rodea al molar cuando aun no ha erupcionado es potencialmente
oncológica cuando la cordal queda atrapada dentro del hueso, pudiendo provocar
desde pequeños quistes, hasta ameloblastomas y tumores malignos de maxilar. Otras
complicaciones son la imposibilidad de colocar prótesis y también generar
traumatismos en las mejillas (mordeduras). Otra indicación de su extracción es en el caso de realización de
tratamientos ortodónticos, pues al erupcionar sin suficiente espacio podrían dañar
los dientes adyacentes y pueden movilizarlos.
Cuando se encuentren retenidas, lo ideal es realizar la cirugía apenas se
diagnostique y no esperar a que genera
las molestias y patologías asociadas. Entre mas joven el paciente mejor, puesto
que el hueso será mas blando, y las raíces aun no se han formado completamente,
facilitando asi el tratamiento debido a que entre mas edad tenga el paciente
mayores son los riesgos y complicaciones asociadas a la cirugía de terceros
molares. Después de la cirugía, el paciente
podrá sentir una pequeña inflamación y algún malestar, para lo cual se le
indicarán analgésicos, antiinflamatorios y antibióticos para prevención, por un
corto periodo de tiempo y deberá seguir las indicaciones que el odontólogo le
recomiende para evitar problemas durante el sanado y cicatrización.
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